Mucha es la gente que
ha tenido alguna experiencia de estar en peligro, o al borde de tener un
accidente, o estar distraído, y siente de pronto que alguien le advierte a
tiempo, con una palmada, un suave empujoncito, una voz que sugiere que preste atención, etc.
Realmente iba a suceder
un incidente, pero logra
evitarlo. La persona en cuestión mira a un lado, al otro, y no hay nadie. Habia alguien? En forma física tal vez no. Luego vienen los
razonamientos, seguro que me lo imagine,
otra vez con mis fantasías, me estaré volviendo loca? Juraría que había alguien!!
Se pudo haber ido tan rápido?
Cuando las suposiciones de que haya sido alguien de carne y
hueso se terminan, generalmente se lo atribuimos a los ángeles o arcángeles,
aunque estos seres de luz están demasiado ocupados como para estar siguiendo
gente en apuros.
El gran teósofo Charles Leadbeater, discípulo del maestro
tibetano, denomina esos seres del plano astral protectores invisibles, que
pueden ser devas, espíritus elementales, personas que han fallecido, adeptos y sus discípulos, aunque todos los mencionados intervienen muy pocas veces, en el
caso de los adeptos y devas es porque requiere demasiado gasto de energía para
ellos bajar hasta nuestra vibración, pudiendo ser otro el que se ocupe y que se
encuentre en los primeros peldaños del camino espiritual.
Entonces, si casi vamos descartando a todos, quien nos
queda???
Nos quedan hombres y
mujeres ubicados en cierto grado de su evolución, pero no la evolución de los
adeptos que se ocupan de obras mas trascendentales. Entonces vemos que la
acción protectora en el plano astral y en los mentales inferiores, pertenece
principalmente a los discípulos de los maestros, a hombres y mujeres que,
todavía distantes del adeptado, se han desenvuelto hasta el punto de actuar
conscientemente en dichos planos.
Algunos de ellos ya alcanzaron el último peldaño que sirve de
eslabón entre la conciencia física y la de más altos niveles, teniendo asi la
ventaja de recordar en estado de vigilia lo que hicieron y aprendieron en otros
mundos; pero también hay muchos que aunque todavía son incapaces de dilatar su conciencia hasta el
punto de mantenerla constantemente, pero
no por eso desperdician las horas en que ellos creen que duermen, sino que las emplean en obras de servicio al
prójimo.
Como es que sucede esto?
Sabemos que cuando una persona fallece, el cuerpo físico se
desecha para siempre y en la próxima encarnación adquiere uno nuevito, un cero
km; pero también sabemos que dejamos
nuestro cuerpo fisico temporalmente cada noche durante el sueño; porque dormir
no es otra cosa que actuar el verdadero hombre en su cuerpo astral, fuera del
físico. En el caso de la muerte, se corta el cordon de plata que une a nuestra
alma con el cuerpo, y en el segundo caso, el cordón de plata permanece intacto,
unido a nuestro cuerpo. Los que recién empiezan a vivenciarlo les da miedo los
viajes astrales y se despiertan enseguida, porque les recuerda la muerte
Muchos de nosotros somos capaces de realizar a diario, con
plena conciencia, esta elevación del alma, pasando a voluntad de uno a otro
plano.
Pero el hombre que todavía no ha desarrollado ese puente entre
las conciencias física y astral, es incapaz de salir voluntariamente de su
denso cuerpo orgánico, y tampoco de recordar lo que le ha sucedido fuera de él;
pero no obstante, lo cierto es igual lo abandona cada vez que duerme.
En estos casos, su alma permanece por lo general flotando muy cerquita
de su cuerpo físico, poco menos dormido que éste, como soñoliento, y no es posible apartarlo de la cercanía con el cuerpo físico sin riesgo de producir alguna perturbación que
lo despierte.
Pero, según evoluciona el hombre, su cuerpo astral va
definiéndose con mayor conciencia y llega a ser su más cómodo vehículo. En las
personas instruidas y entrenadas es bastante considerable el grado de
conciencia, y por poco desarrollo espiritual que un hombre tenga, su cuerpo
astral se va desarrollando también. Pero
aunque durante el sueño sea plenamente consciente en el plano astral y capaz de
moverse en él a su albedrío, no quiere decir que esta listo para sumarse
a la fraternidad de servidores.
La causa por la cual aun no están mas evolucionados es porque todavía se encuentran muy aferrados a su círculo de pensamientos (pensamientos
que se originaron muchas veces en las horas de vigilia), como cuando vemos a
alguna persona por la calle tan encerrado en sus pensamientos que se abstrae
por completo del entorno.
En parte es mejor que sea así, porque en el plano astral seguramente
se va a conectar con la parte fea y oscura que da miedo. En alguna ocasión puede llegar a salir gradualmente por
sí mismo de esta ensoñación y despertar en el mundo astral, viéndolo tal como
es, pero si fuese asi, por lo común permanece ria en estado de somnolencia,
hasta que algún servidor activo lo agarra de la mano y lo despierta.
Aun cuando una persona eligiese formar parte del grupo de
protectores, ya que en ningún plano hacemos nada que no este aprobado por
nuestra consciencia, tampoco implica que
necesariamente nos acordemos durante la
vigilia lo que se hizo en el sueño. Esta facultad es adquirida por el hombre
por sí mismo, y en la mayor parte de los casos no llega a poseerla hasta años
después y quizá ni en toda la vida. Por suerte, este vacío de memoria cerebral
no impide en modo alguno la acción fuera del cuerpo físico; lo verdaderamente
importante es que la obra se realice aunque no la recordemos.
Qué tipo de servicio hacemos?
Todo lo que podamos hacer en el plano astral apunta a
impulsar, aunque sea débilmente, el proceso evolutivo de la raza. Ocasionalmente
se relaciona con el desenvolvimiento de los mundos inferiores, que es posible
acelerar ligeramente bajo determinadas condiciones. Los maestros reconocen que
tenemos un deber hacia los mundos elemental, vegetal y animal, cuyo progreso en
algunos casos sólo se realiza por medio de sus relaciones con el hombre. Pero
naturalmente, la mayor y más importante parte de esta acción está relacionada,
de uno u otro modo, con el género humano. Los servicios prestados son de muchas
y varias clases, aunque principalmente concernientes al desarrollo espiritual
del hombre, pues como al principio dijimos, son rarísimas las mediaciones con algún propósito material.
Algo que
tenemos que tener bien claro, es que jamás se nos va a pedir que hagamos nada
para lo cual no estamos preparados, y ademas esta en nuestro libre albedrío el
aceptarlo o no. Los maestros jamás obligan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario