Apegos o Liberación?

Los apegos son una de las cosas más difíciles de trabajar, en parte porque creemos que no podríamos vivir sin  determinados objetos que consideramos primordiales, o personas sin cuyo afecto no podríamos subsistir.  Por otro lado, acarreamos docenas de distintos apegos que  no reconocemos como tales por ser casi imperceptibles  por nuestro ego. Muchas veces, cuando creemos tener controlado el tema,  aparecen un mundo de aspectos a considerar.  Somos apegados a nuestros hábitos negativos, a nuestros miedos, temores, angustias, depresiones; al mal carácter,  pensando que no se puede cambiar y/o hasta sentirnos orgullosos de nuestro carácter fuerte, intolerante,  avasallante, dominador, desconsiderado, etc.

Creemos que la desconfianza es una virtud y la utilizamos  en todo momento como escudo protector. Nos apegamos  a la falta de espontaneidad, para calculadamente  "asegurarnos" de ser aceptados por el mundo entero. Pero por sobre todas las cosas, nos aferramos a los resultados: damos, ayudamos, servimos esperando recibir, esperando que mínimamente nos paguen con la misma  moneda y nos enojamos, ofendemos y cerramos puertas  a quien "nos defraudó".  Prestamos dinero o un servicio si consideramos que el fin  nos satisface, y nos encolerizamos con quien se atreve a  darle un uso diferente. Nos arriesgamos a los cambios sólo si alguien nos certifica que va a salir todo de acuerdo a nuestras expectativas. Es hora de que hagamos un auto-análisis profundo, sincero,  para quitarnos todas esas piedras de la mochila que nos anclan al pasado y poder, finalmente, trascender.